Este libro se suma a un conjunto muy diverso de relatos sobre la época previa al Golpe de Estado de 1976. Cumple con la obligación de testimoniar un período cuyo pleno conocimiento los genocidas querrían silenciar, pero parece también responder a una vocación de escritura que nunca es tarde para asumir. No es fácil encuadrar la mirada política de un relato que comenzó por una adhesión más desprevenida a los organizaciones revolucionarias y después irá revelando sus dudas y diferencias. La autora no da precisiones sobre su relación orgánica en cada momento con los Montoneros y el Peronismo de Base. Quizás sea mejor, porque resulta un texto más abierto que a nadie excluye: quienes vivieron la experiencia encontrarán una guía para repensar muchas cuestiones y los más jóvenes podrán acercarse a una lectura que puede resultarles más atrayente, porque no sólo los convoca la militante sino la joven que quiso vivir su época y, con muchas dificultades, lo logró. Para entender la Argentina de aquellos años, los entusiasmos y los miedos, el trabajo de Bertone es una contribución fundamental