¿Te imaginas que ahí fuera, en alguna parte, existiera un plano donde infinidad de almas con muchas vidas a sus espaldas pudieran reunirse para practicar y perfeccionar sus técnicas de materialización más sofisticadas? ¿Una especie de club exclusivo donde todo lo que pensaran se hiciera realidad en alta definición, tecnicolor y Dolby Surround, incluso las tramas y las circunstancias más intrincadas? ¿Donde el único límite a su capacidad de creación fueran sus propias posibilidades para concebir aquello que nunca antes hubieran imaginado, para comportarse como si sus deseos se hubieran hecho realidad incluso antes de materializarse en el plano físico? Lo mejor de todo es que, al ser astrales, nada podría dañarles. Serían absolutamente intocables. Aunque nada fuera real, todo tendría un sentido. Y podrían obtener increíbles beneficios en términos de conocimiento y diversión pero ninguna pérdida, puesto que las circunstancias serían ilusorias. En el peor de los casos, estarían tan absortos en sus creaciones que podrían acabar por olvidar quiénes eran, dónde estaban y cuánto poder poseían en realidad. Sí, sería exactamente igual que este plano astral. Sólo que aquí, para ayudarnos a despertar del trance, podemos experimentar con los Mensajes del Universo