Uno era el más fuerte y temido de la escuela. Podía cargar el escritorio de la maestra con todo y maestra; era capaz de matar alacranes con la mano y comerse una lata de ajíes sin sudar. El otro era tan débil y flacucho que chupaba los caramelos porque no tenía fuerza para morderlos. Ésta es la historia de cómo, con la ayuda del mago Merlín-lín cambian los papeles de esta pareja sin par. En toda escuela hay un niño fortachón y otro debilucho. Pero en ninguna se han encontrado cara a cara de manera tan divertida.