En Occidente se concibe a la psicología como un discurso sobre una materia objetivable, el aparato psíquico, que en realidad resulta apenas un modelo teórico. Según el autor -psicoanalista egipcio residente en Francia-, la única disciplina terapéutica científicamente defendible es la influenciología, cuyo objeto de análisis son los diferentes procedimientos de modificación del otro. Entre ellos deben contarse las eficaces terapias tradicionales, como los ritos de posesión o la lucha contra la brujería. Ante el reiterado fracaso en el tratamiento psicoanalítico de los inmigrantes de sociedades no occidentales, T. Nathan creó un dispositivo clínico -la consulta de etnopsicoanálisis- que trabaja con la lengua y el pensamiento propios del mundo de origen de cada paciente. A partir del relato minucioso de diversos casos que demuestran la eficacia de las terapias tradicionales, el presente libro plantea los fundamentos de una psicopatología que investiga la actividad del terapeuta y su interacción con el sujeto, compara las intervenciones terapéuticas occidentales con las de sociedades tradicionales y ofrece elementos teóricos para pensar una teoría general de la influencia que permita comprender las interacciones terapéuticas.