En este libro, Eduardo Archetti explora la construcción de la nacionalidad a través de los deportes. La introducción por parte de los ingleses de los que fueron luego los deportes más populares en la Argentina, como el fútbol y el boxeo, dio lugar a distintas formas de verse y ser vistos, de señalar o incluir la diferencia, de expresar virilidad, de conformar, en fin, imágenes y estereotipos culturales. El autor analiza aquí dimensiones sociales y culturales de clase que están reflejadas en las prácticas deportivas; toma tres figuras predominantes de épocas distintas: "Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón mundial de automovilismo y hombre salido de la profundidad chacarera de Balcarce, Carlos Monzón, el hombre pobre del interior que a fuerza de coraje se convirtió en invencible campeón mundial de box, y Diego Armando Maradona, salido de los potreros de la villa miseria de Fiorito y transformado en icono universal de la gambeta". Sobre la base de estos tres ídolos, Archetti da cuenta de la heterogeneidad que el país ha sabido albergar, de la complejidad moral y social que lo atraviesa, de procesos múltiples y en ocasiones contradictorios que ayudan a delinear imágenes de la Argentina y los argentinos.