Andrés Waissman es un prolífico artista argentino de nuestros tiempos que, desde temprana edad se dedicó a la pintura y al grabado. Fuertemente influido por la pintura metafísica De Chirico, los artistas argentinos de la década del 20 y los formatos alargados de Cándido López, la obra de Waissmann nos lleva a cuestionarnos permanentemente sobre las preguntas básicas de la pintura: ¿qué es el espacio?, ¿cómo se crea el "clima" en un cuadro? y, respondiendo a este desafío, el artista nos revela un espacio ilusorio entre la ficción y la realidad, luces sobrenaturales, fragmentos urbanos, vacíos habitados...