La librería de tu barrio

Fran Lebowitz

Fran Lebowitz

Fran Lebowitz no es una mujer que pueda llamarse común. Es una escritora, judía , lesbiana, defensora del tabaquismo y neoyorquina. Cuando llegó a NYC se ganaba la vida como taxista, no usa celulares ni computadoras, se transporta por sus propios medios y en su defecto maneja un un Cheker color perla claro (que para un joven heterosexual sería un típico taxi neoyorquino de color blanco). Sardónica hasta el tuétano, mordaz hasta la médula y controvertida al extremo, principalmente por su manera de criticar el american way of life, es en resumen, intelectualmente deliciosa. La expulsaron del colegio por leer, así es improbable lector, sus profesores no toleraron que fuese una pésima estudiante y voraz lectora, pues mientras sus maestros departían soporíferas lecciones, ella leía subrepticiamente, casi como si fuese un delito, esperando no ser descubierta. Yo también lo he hecho muchísimas veces, sobre todo en la universidad, donde en muchas clases camuflaba la novela de turno entre los portentosos códigos civiles o penales. Además de esto, era contestona con todos los adultos que se cruzaran en su camino, ella ha hecho de ese defecto su profesión; sus libros y tertulias son, qué duda cabe, una gran réplica al mundo entero. Estando en una charla en Nueva Orleáns, un estudiante universitario se mofó de su ensortijada cabellera, la que con la humedad de la ciudad, se había enmarañado irrisoriamente, ?¿Quién te peina?? ? gritó el joven ? ?¿Por qué? ¿Quieres conocerlo?? ? contestó la escritora. Algunas semanas después la madre del universitario le escribió una carta por la cual reclamaba la respuesta de Lebowitz, el muchacho había abandonado la institución pues sus amigos de fraternidad lo habían agarrado de punto a raíz del comentario sagaz de la autora. Anécdotas como esta llenan la biografía de una mujer que no ha tenido problemas en expresar sus ideas ante auditorios adversos, que la recibían con palmas y la despedían con abucheos. Es fumadora y floja como lo soy yo, pues pierde el tiempo imperceptiblemente y hace una defensa cerrada del derecho a fumar ? ?fumar hoy era como ser gay antes, no puedes hacerlo públicamente y es un hecho moralmente reprochable?. Hay que mencionar que no es una activista pro derechos LGTB, mucho menos una fundamentalista de la cultura gay, incluso ironiza sobre los reclamos de los colectivos homosexuales, específicamente sobre el matrimonio y las fuerzas armadas ? ?antes la gente se hacía pasar por gay para no entrar en el ejército. Lo bueno de ser gay era no casarse, cómo es posible que quieran entrar a las dos instituciones más limitantes que existen, es como luchar por la esclavitud?, pero eso sí, cree en la libertad de cada uno para definir su opción. Si hay algo más que se pueda mencionar sobre Fran Lebowitz, es lo que ella misma dice: [Siempre quise que la gente supiera que opino] [Si hay muchos libros malos es por tu autoestima, ahora todos creen que pueden escribir] [Una ciudad sólo de ricos no es fascinante] [La cultura no debe ser democrática, debe hacerla una aristocracia con talento] [Nadie ha perdido más tiempo que yo] [Los hijos deben escoger que comen, sólo si ellos te pagan la cena] [Democracia significa que si tenemos políticos horribles es tu culpa].

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